Siempre he creído que la música tiene un poder especial para la integración, la convivencia y la educación integral. Esta orquesta tan singular es un gran ejemplo de esto.
Esta pieza que presentamos aquí es un villancico ucraniano de Mikola Leontovich basado en una canción popular conocida como Shchedryck y con letra de Pedro, J Wilhousky. Así como la letra tiene derechos de autor, la música no.
Este villancico es muy conocido. El motivo generador enriquece la música creando un ambiente evocador e incluso minimalista. Es curioso como esta composición de finales de los años 30 ha sido muy versionada y puesta en diferentes géneros musicales, usada en películas como Sólo en casa.
Según Marta Barragán González (enlace articulo de investigación) Bach manejaba ciertos avances respecto al Barroco acercándose al estilo galante y siguiendo esta línea estilística, en 1979 Robert Marshall puso en entredicho la autoría de la obra, proponiendo que hubiera sido compuesta por su hijo Carl Philipp (H.524.5 para violín y piano)
Esta obra ha sido formalmente atribuida a J.S.Bach y no existe ninguna fuente primaria que indique que fuera escrita para flauta o violín.
Explicaremos un poco la estructura de la misma. Es una sonata en tres movimientos: [Allegro], Adagio y Allegro.
El primer movimiento comienza con una introducción solista de clave, para darle paso a la flauta con una entrada en textura imitativa. El ritmo del clave es fundamental empujando la melodía y respondiendo a las llamadas de la flauta. Destacan los pasajes cantantes de cada instrumento y la secuencias en las que ambas líneas ascienden por terceras a dúo. De gran agilidad y versatilidad en todas las figuras rítmicas,el final resuelve de repente con un mínimo ritardando para dar paso al segundo movimiento, adagio dolce y a paso de siciliana. Las figuraciones de nota tenida y batiente para la flauta destacan sobre la melodía del clave que tiene el mayor peso sonoro. Es un "estudio" de movimiento de volúmenes, de relajo entre ambos movimientos rápidos: más es menos.
En cuanto aparece el tercer movimiento la sensación enérgica cambia recordando el primer movimiento. Éste último tiene forma binaria presentándose una primera sección de carácter incisivo usando motivos melódicos rápidos y cortos que se responden inmediatamente con el clave; la segunda parte más melódica y cantabile recuerda al material musical presentado al final del primer movimiento. Repitiéndose ambas secciones ( AABB) el final se precipita sobre una resolución rápida en cadencia perfecta de SOl menor.
Aquí os dejamos la maravillosa interpretación de Emmanuel Pahud, interpretando BWV 1020 con instrumentos históricos originales: flauta barroca y clavecín.
Esta especie
de oratorio, con texto de Picander, se estrenó en el Collegium Musicum de
Leipzig hacia 1734. La partitura emplea tres cantantes, flauta, cuerdas y
continuo. El divertido texto -- acaso el mejor que escribiera el modesto poeta
-- está compuesto como un oratorio cómico. Un tenor, en el estilo del
evangelista de las Pasiones, explica la historia al comienzo y, de nuevo, al
final. Como en la cantata "Febo y Pan", en esta obra vemos dos
generaciones que se enfrentan; pero en esta ocasión vencen los jóvenes. El
origen del texto es una sátira del propio Picander publicada en 1727, que narra
cómo, al prohibir el rey de Francia el consumo del café, los habitantes de
París morían en casa como diezmados por terrible epidemia.
El libreto nos
introduce en el mundo burgués de Leipzig. "La cantata -dice Werner
Neumann- es una deliciosa sátira del vicio del café, entonces de moda entre los
burgueses de la ciudad; desde finales del siglo XVII se había extendido en la
ciudad de las ferias, en donde muchas "casas de café", de reputación
variable, le habían abierto sus puertas. En un establecimiento muy conocido, el
Café Zimmermann de la Calle Catalina, Bach ofreció durante diez años sus
conciertos públicos a la cabeza del Collegum Musicum universitario; estas
audiciones eran al aire libre únicamente durante los meses de verano, en el
Jardín Zimmermann de la Puerta de Grimme, los miércoles entre las cuatro y las
seis de la tarde. Es fácil imaginar que la cantata nació en este medio.
La frívola
historia de Lieschen, niña caprichosa apasionada por el café, que no se deja
intimidar por su padre regañón, y que sólo ofrece renunciar a su vicio ante la
promesa de un esposo, debió provocar comprensivas sonrisas, no sólo en el Café
Zimermann sino en la casa misma del cantor. Bach dibujó el cuadro plástico de
dos personajes de caracteres opuestos con mucho humor y arte consumado de la
pintura musical. Argumentos y réplicas se entrelazan en un diálogo divertido en
el que se combinan diestramente las dos arias líricas de la doncella maliciosa
y las dos malhumoradas del padre severo.
En un apéndice agregado al texto de Picander,
el éxito de la astucia del padre es rebatido por la astucia de Lieschen; y la
obra termina con una conclusión conciliadora y un trío
divertido con estribillo. Este apéndice es atribuido al mismo Bach
quien, por razones de equilibrio musical, hubo de ampliar la breve parte del
narrador. Con justicia se cuenta esta cantata entre las obras más logradas de
Bach en el campo de la música profana. Aunque es fácil imaginar su
representación escénica, no es indispensable para su éxito artístico". (Julio Sánchez Reyes)